PIENSA EN VERDE

miércoles, 3 de agosto de 2011

Voy




Voy a derribar los muros y a mirar el cielo. Como en los días que nunca fueron como tendrían que haber sido. Voy a bailar descalza en las aceras hasta que deje de notarme los pies. Voy a observar. Voy a intentar olvidarte de nuevo. ¿Alguna vez dejé de recordarte? Voy a esculpir mentiras en las nubes; y uniré las estrellas mentalmente hasta sentirme dentro de un laberinto celestial. Como cuando me penetrabas y tus gemidos me decían que nunca me querrías. Voy a patalear sumergida en la bañera. Salpicaré el suelo y luego procuraré no resbalarme. Voy a cavar un hoyo en el techo para hallar un camino hacia la eternidad. Voy a escucharte entre los alaridos del metro. Todo será invención. Mentiras piadosas. Voy a volverme transparente. Voy a ser una puta asesina, como el personaje que nunca inventó Bolaño. Voy a aplaudir los bostezos y a sembrar gusanos; quiero que nazcan mariposas. Seré una hoja, temblando por el aire. Y caeré lento mientras me vean los pájaros. Y desapareceré bajo una huella de zapato de tacón. Voy a lavar el alma de rencores. Voy. Ahora voy. Como los días que llueve y hace sol. Voy a dormir abrazada a la almohada y con el trasero rozando la pared. Quiero sentir ese frío caliente. Voy a graznar o aullar. Ya lo decidiré cuando toque. Como tantas otras decisiones de última hora. ¿Malas decisiones? Voy a brindar con agua, como cuando no creía en tonterías. ¿Cuándo fue eso? A veces me masturbo sin ganas o como sin sed. Voy a beber demasiado vino. Voy a bautizar mis días con números negativos. La muerte se acerca. ¿Y qué? Nunca creo que vaya a ser bienvenida, así que… ¿y qué? Voy a ahorrar en lágrimas y confiaré sólo en aquellos que conozca cuando esté oscuro. Como cuando fui un lobo. Hambrienta loba. Voy a sorber los pechos de la luz; tal y como me enseñó a hacer Nietzsche. Voy con retraso. Pero voy. Me voy… me voy… me voy! Es todo para ti. Yo no dejaría ni pizca. Porque luego me voy. Nada vale tanto dinero como el propio dinero. Cuánto costará dormir sin mi cama. Como cuando dormía en la tuya. Voy a bordar campos con trigo. Y me haré un mantel para merendar en los sueños. Calaveras con pelo y mástiles que están en horizontal. Burdos los atardeceres con tanta luz. Voy a rabiar de felicidad. Voy a conocerme a mí misma, como me enseñó el Oráculo de Delfos. Sedando vigilias y percibiendo azares. Como las veces que no adiviné qué buscaba. Voy a salir del tiempo. Voy a mezclarme con las notas sostenidas, quiero ser igual de profunda. Nunca supe leer una llave de Fa. Siempre caminé por inercia. Y follé por salud. Y follé por autocompasión. Y por insatisfacción con la vida. Voy a vivir como predicó el maestro Epicuro. Voy a mandar a la mierda lo que se lo merece. Voy a regar la imaginación para que nazcan flores de loto en el desierto y oasis en el mar. Voy a abrazar el miedo. Voy a matarle. A cuchillazo limpio. Voy a cazar anfibios para tener más lugar al nada en el río. Voy a querer hacer contigo lo que la primavera con los cerezos, como me dijo pero nunca me enseñó a hacer Neruda. Voy a flotar en la Vía Láctea mientras los demás trabajan. Voy a rendirme a los caprichos. Y sanaré la discordia entre mis yoes. Voy a vociferar a las dunas de cualquier playa desierta. Como si estuviera sola en el mundo. Voy a glosar conceptos. Voy a saber más. Voy y vengo. Voy ya. Me voy ahora mismo. Voy a rejuvenecer a los niños y a envejecer las leyes. Voy a jugar a ser Dios. Diosa de mí. Y Diosa del mañana. 


1 comentario:

Judit Rius Camprubí dijo...

...me encanta leerte y tenía demasiado tiempo de no hacerlo