PIENSA EN VERDE

jueves, 22 de diciembre de 2011

Piedra (en el camino)




Hablaré con la Vida, cuando oscurezca, para que te trate bien y te arrope cuando te sientas frío.
Y le contaré a la noche que, gracias a ti, ya no volveré a perderme cuando ella aparezca.
Porque las estrellas ahora me guían más.
Y cuando vea una flor en Primavera, pensaré que es el rebosar de la Osa Mayor,
que juega conmigo a la putada del recordarte sin poderte tocar. 


martes, 13 de diciembre de 2011

Opuesta(?)



Se oye por ahí que la Muerte es parte de la Vida.
Que sin Luz no habría Oscuridad.
O que tres cuartas partes de la Tierra son Mar.
Lo que no se Oye es el Silencio.



domingo, 11 de diciembre de 2011

Poca visibilidad





Ruido de guijarros en la lejanía. 
Pum pum chocan en un tejado cualquiera. 
Pum pum caen al suelo terroso sin orden aparente. 
El Antiguo Niño está enfadado. 


Se siente Invisible. 


No lo es, pero se siente. 
- ¿A quién lanzas esos pedruscos del camino, niño pasado? - dijo su (in)consciencia.
- "A la casa que nunca me fue hogar. 
Al tejado que no consiguió hacerme sentir protegido de la lluvia. 
A las ventanas que reprimieron mi intimidad. 
A mí mismo, 
aquél que no hizo por conseguir
que su hogar fuese la Tierra, 
que sus lágrimas no se propagasen al Cielo,
que su intimidad... 


fuese Invisible.


como su dolor,
o como antes Él
o como ahora Yo". 



Á.G.





Si temo 
mis imaginaciones, 
no es porque vengan de mi fantasía,
si no de la memoria.
Si me asusta
la muerte,
no es porque la presienta:
es porque la recuerdo.


Ángel González.  Palabra sobre palabra.
Ilustración de Lázaro Enríquez a la muerte del poeta.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Coitus Interruptus





Sábanas que apestan a coitus interruptus. 
Romances fugaces que parecen olvidar su naturaleza,
y reniegan en su corta vida de lo evidente de las pasiones caducas. 
Cartas de amor sin letras, vacías.
Besos de alientos cansados y gemidos
que se apoderan 
del dicho "la muerte se acerca".


Brazos que sobran excepto a la hora del abrazo.
Piernas que sobran excepto a la hora de retenerte en mis profundidades.

La luz, que evidencia los defectos,
y las virtudes; que evidencia
el cambio orbital de los ojos al llegar al orgasmo.
Luz que no deja esconder secretos.
Sábanas que apestan a coitus interruptus. 
Almohadas mordidas
que me envuelven en las nubes 
sin perfiles
que yerguen al fondo de mi imaginación.


Palabras que corrompen las miradas
que corrompen las caricias
que rompen las pieles.


Flirteos inhábiles que se superponen a la intención real.
Cristales rotos y cigarrillos fumados hasta el filtro
que abarrotan los pulmones tal neblina en el valle.

Romances fugaces que parecen olvidar su naturaleza,
y reniegan en su corta vida de lo evidente de las pasiones caducas. 

Las mismas bragas que ayer.
El mismo olor a semen.
La misma cara de póker.


Somos ríos con sed, fluyendo de bruces al cielo. 
Malbaratando vinos que no existen nuestras lenguas son 
de acero y nuestros poros son meros pozos de sudor y babas rígidas.
Sábanas que apestan a coitus interruptus. 


Instintos caninos aflorando vírgenes desde un pedestal
de pezones erguidos
van y vienen como el Sol y la nieve,
que en copos se manifiesta divisible, como la
miel en el panal
y los hálitos fuertes que tiñen de transparencia y pureza
los susurros del clímax carnal.