PIENSA EN VERDE

jueves, 1 de diciembre de 2011

Coitus Interruptus





Sábanas que apestan a coitus interruptus. 
Romances fugaces que parecen olvidar su naturaleza,
y reniegan en su corta vida de lo evidente de las pasiones caducas. 
Cartas de amor sin letras, vacías.
Besos de alientos cansados y gemidos
que se apoderan 
del dicho "la muerte se acerca".


Brazos que sobran excepto a la hora del abrazo.
Piernas que sobran excepto a la hora de retenerte en mis profundidades.

La luz, que evidencia los defectos,
y las virtudes; que evidencia
el cambio orbital de los ojos al llegar al orgasmo.
Luz que no deja esconder secretos.
Sábanas que apestan a coitus interruptus. 
Almohadas mordidas
que me envuelven en las nubes 
sin perfiles
que yerguen al fondo de mi imaginación.


Palabras que corrompen las miradas
que corrompen las caricias
que rompen las pieles.


Flirteos inhábiles que se superponen a la intención real.
Cristales rotos y cigarrillos fumados hasta el filtro
que abarrotan los pulmones tal neblina en el valle.

Romances fugaces que parecen olvidar su naturaleza,
y reniegan en su corta vida de lo evidente de las pasiones caducas. 

Las mismas bragas que ayer.
El mismo olor a semen.
La misma cara de póker.


Somos ríos con sed, fluyendo de bruces al cielo. 
Malbaratando vinos que no existen nuestras lenguas son 
de acero y nuestros poros son meros pozos de sudor y babas rígidas.
Sábanas que apestan a coitus interruptus. 


Instintos caninos aflorando vírgenes desde un pedestal
de pezones erguidos
van y vienen como el Sol y la nieve,
que en copos se manifiesta divisible, como la
miel en el panal
y los hálitos fuertes que tiñen de transparencia y pureza
los susurros del clímax carnal.



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