PIENSA EN VERDE

lunes, 6 de febrero de 2012

La rapidez de los olmos





Andando va, con sonrisa ilustre por máscara,
sintiendo (re)descubrir el Mundo.
Parsimonia indefinida inherente a sus pies.
Todo lo mira, lo observa, lo intenta memorizar.
Se sienta orgullosa. Y piensa.
"Impetuosa calma del mediodía perdido leyendo a los pies del olmo".
Un libro cualquiera, que más da.
Hasta que la lluvia empapa las páginas.
 ...y las letras se escurren.
La rapidez del olvido.
La rapidez del cambio.
La volatilidad de las ideas que no se escriben.
Se incorpora contenta. Y piensa.
"Energías circulares que manejan mis rumbos".
Y se marcha, como flotando, hacia cualquier otro lugar
donde el prolongar de los sueños vacíos no sea cuestionado.



1 comentario:

Judit Rius Camprubí dijo...

...me gusta

la rapidez del olvido

qué cierto! por suerte siempre nos quedará esa sensación de lo que fue, así que vive para que esa sensación sea bien viva durante mucho tiempo

te quiero bella